No siempre voy al centro de Santiago, es decir nunca, salvo algún tramite obligado, entre edificios antiguos y modernos, entre neblina y smog, voy esquivando gentes , se hace tarde entro a comer algo rápido, sentada al lado de una ventana aparece frente a mi un rostro pequeño, delgado y sucio, ojos vidriosos no se si por el smog, alguna infección…o simplemente tristeza, con esos ojos mira mi plato y extiende su pequeña mano de no mas de siete años, le hago una señal y le pido que entre, el mozo del lugar le dice que no puedo entrar..Claro esta prohibido, que imagen para el restaurant, además estos niños molestan a sus clientes pidiendo limosnas…es lo que me dijo cuando Salí a buscarlo, esta personita esta invitado por mi puede usted dejarlo pasar.
Como te llamas?...levanto sus hombros y no dijo nada, que te gustaría comer?..No se respondió, te gustan las papas frita, una hamburguesa tal vez?..Que idiota pensé...sabrá que comida esta?..Entonces le pregunte quieres un pan con cosas ricas dentro?...sonrió y movió su cabeza diciendo si.
Mientras comía le pregunte donde estaban sus padres, no sabía, le pregunte donde vivía y me dijo debajo del puente donde están los canales de televisión, entonces somos vecinos le dije riendo, no entendió mi chiste…quería verlo comer con ganas, pero no fue así, dejo casi todo y me pregunto si podía llevarse el pan, no hay problema, le pedí al mozo que envolviera el sándwich, de pronto se paro y dijo tengo que irme, miro al mozo y salio corriendo, por la ventana vi que lo estaba esperando una niña pequeña, se sentaron en el suelo abrió su paquete y compartió con la niña su comida, ahora si que comía con ganas, podía hacerlo, quizás esa niña era su hermana menor y tenía el deber de alimentarla.
Me quede pensando como tanta otras veces pensé cuando me encontraba con estos niños…Miguitas de Pan? “o” Miguitas de Ternura?